Éste es un dibujo realizado a partir de una magnífica ilustración de Gluyas Williams. Confieso que hasta hace bien poco, no he sabido nada de este artista norteamericano, hasta que vi una obra suya en el Twitter de Horacio Altuna, cuya cuenta no puedo sino recomendar, puesto que da a conocer arte y artistas imperdibles de verdad :
Horacio Altuna (@HoracioAltuna) · Twitter
Según Wikipedia, Gluyas Williams fue un caricaturista estadounidense, nacido en San Francisco, California el 23 de Julio de 1888 y fallecido en 1982.
Williams destacó por sus contribuciones a The New Yorker, Boston Globe, Life, Collier's, Century y otras revistas y periódicos importantes.
Se licenció en Artes de Harvard en 1911. En la universidad, fue miembro del Harvard Lampoon. Sus dibujos estaban hechos con un estilo limpio en blanco y negro y a menudo trataban temas predominantes de la época.
Su tira, a partir de 1924, se tituló “El mundo en su peor momento”. También estuvo sindicado en periódicos como The Plain Dealer. Cuando se jubiló en 1953, alrededor de cinco millones de lectores habituales habían visto sus dibujos, que aparecieron en más de 70 periódicos y revistas.
Por lo que he podido comprobar, sus tiras e ilustraciones se basan en un costumbrismo clásico, retratando escenas de la sociedad medio-alta de la Norteamérica de entreguerras. Considerado un observador magnífico, en sus dibujos prima la atención por el detalle y la meticulosidad por plasmar, además de los ambientes, las pequeñas cosas que le llamaban la atención.
Admirador
de Aubrey Beardsley, sus dibujos en blanco y negro están realizados con
una delicada pero firme linea, apuntalada por masas negras
estratégicamente dispuestas, que otorgan ese equilibrio preciso a la
escena, normalmente carente de sombras y con una composición perfecta.
Sus dibujos suelen reflejar una sociedad algo atribulada, quizás confusa por estar viviendo en un tiempo que se ha vuelto extraño. Los personajes que pueblan sus dibujos son terriblemente expresivos, cada uno de ellos parece estar ocupado en algo, y el conjunto es de una expresividad fuera de toda duda.
La ilustración que me he permitido homenajear pertenece a " The inner man" / French pastry ( el hombre interior/ pastelería francesa ) , una serie de dibujos realizados , si no me equivoco, para The New Yorker , y muestran escenas cotidianas bajo el punto de vista del genial artista con la limpieza de trazo y la meticulosidad que acostumbra.
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