jueves, 6 de mayo de 2021

TEMPORADA DE HURACANES, de Fernanda Melchor: una novela ENORME.

 Si me dieran a elegir y solamente hubiera podido leer un solo libro este año, me hubiese gustado que fuese éste por encima de todos.

 Le tenía muchas ganas a "Temporada de Huracanes",( LITERATURA RANDOM HOUSE , 2017 )de la escritora veracruzana Fernanda Melchor. Lo recomendaron David y Dubiz en su podcast " La cola del escorpión"( otro podcast más que recomendable ), y por los comentarios que hacían, ya deduje que este libro tenía "algo"...

 

 Cuando lo tuve en mis manos, dediqué unos momentos a hojearlo. Leí la contraportada ( algo que hago frecuentemente, no sé si bien o mal ). Había algo en la sinopsis que me atrajo sin saber muy bien por qué. Y no me ha defraudado, en absoluto. Diría que es uno de los mejores libros que he leído. Y la cosa tiene enjundia, porque no es un libro fácil ni complaciente, muy al contrario.

 "Temporada de Huracanes" es un libro que DUELE. Está repleto de imágenes que muerden, de escenas dolorosas y turbios personajes. Pero por encima de todo, es un libro brillante, con una prosa fuera de lo común, que cuenta una historia poco usual a través de las vivencias de sus personajes, todos ellos, habitantes de La Matosa, un pueblo de México donde reina la miseria más arrastrada y la violencia más cruel ( da igual quien la practique, da igual del lado que esté ). Sólo los bajos instintos, la lujuria y el sexo indiscriminados, el alcohol y las drogas parecen evadir un poco a quienes viven allí. 

Uno de sus más célebres habitantes es La Bruja, un ser temido y respetado a partes iguales, cuyo nombre se dice en susurros, y a quien acompaña una oscura aura de misterio y leyenda. Por eso, cuando su cuerpo aparece flotando en un canal, los acontecimientos se precipitan y todos los implicados en el suceso 

A través de una prosa amontonada pero certera, que otorga una cadencia casi sinfónical al texto, sin hacer apenas concesiones a nada que no sea un retrato cruel y descarnado de un lugar, la autora hace un retrato perfecto de un momento y unas gentes que no pueden escapar de su destino. Fernanda Melchor narra con fuerza y mucho tino una historia negra, negrísima, tanto por el tono del relato como por los pasajes y paisajes que explora en su obra. 

 Nadie es inocente en La Matosa. Un aura sucia, parduzca como un barro del mismísimo canal parece impregnar cada pliegue de la piel de los personajes para volverlos desconfiados en unos casos, temerosos en otros. Todos sus habitantes son árboles que crecen torcidos, personas lastradas por el determinismo delas circunstancias que les rodean, y que si se atreven a soñar con tener una vida mejor, el día a día se encargará de poner en su sitio. Conocemos sus anhelos, sus carencias, sus desvelos...  muchas veces sus sueños huelen a vómito, a borrachera de madrugada y sangre en los labios.

 Los personajes de Fernanda Melchor son más que realistas: si  su escritura enfatiza aspectos y detalles que ayudan a imaginarlos caminando por las calles embarradas, por los cañaverales, por los dormitorios y cocinas sucios y malolientes, también las propias voces interiores con que relatan lo que viven ( ese narrador omnisciente magistral que pellizca trozos de sus pensamientos, de sus quejas, de sus ilusiones...) añaden una categoría excepcional a la narración y ayudan a reflejar la asfixiante atmósfera que reina en el pueblo ( y en las vidas ) de los personajes.

Podría estar escribiendo mucho tiempo sobre cuánto me ha gustado esta novela, pero no es mi intención aburrir. Sólo diré que he descubierto una novela y a una escritora imprescindibles.