sábado, 13 de marzo de 2021

Éste sí: "PISCINAS VACÍAS" , de Laura Ferrero ( ed. Alfaguara, 2016 )

 Si de vez en cuando uno tropieza en lecturas que no aportan nada o casi nada, ( las comparaciones son odiosas, pero me refería al post anterior… ) a veces tiene la “ suerte “ de encontrar perlas como “ Piscinas vacías “ , de Laura Ferrero (ed. ALFAGUARA, 2016). 

 

           Un libro imprescindible.

 

He escrito “suerte” entre comillas porque cuando me topé con este libro de relatos, ya sabía a qué podía enfrentarme: no es ningún secreto que esta narradora entró con mucho ímpetu en el panorama literario nacional con esta primera obra, destapándose como una consumada escritora, especialmente de cuentos cortos como los que forman este libro, que le tenía muchas ganas de leer y recomiendo fervientemente. 


 

 


 

Laura Ferrero nos describe con un realismo y un rigor no exento de ternura, ( a veces tendiente al minimalismo ) situaciones, porciones de vida que se presentan ante nosotros de repente, y que al final del relato, nos sacuden muy dentro.

 

Cuando muchos autores adornan sus frases con tópicos más o menos oportunos pero, a menudo, vacíos, Ferrero agarra con pulso firme su bisturí y desmenuza cada instante, cada secuencia. Y cuando parece haberlo dicho todo, rasca aún más para añadir un trazo primordial: el detalle más ínfimo, el recuerdo más insignificante, tiene importancia en la literatura de Ferrero. Y todo éllo narrado con una delicadeza extrema, con una prosa convenientemente escogida.

 

En sus relatos, la autora, lejos de abandonar a los personajes a su suerte, plantea  con mimo el “qué “ , el “ cómo “y el “ por qué “, casi siempre hay unos antecedentes para sus comportamientos, por extraños que sean. Ferrero carga, apunta y dispara aquí y allá andanadas de sutil realidad, para alcanzarnos de lleno en lo más hondo, para tocarnos los resortes más internos y no dejarnos indiferentes. 

 

El final de sus cuentos, a menudo no es un portazo, no es un gran estallido de traca final que nos ensordece, que nos abruma…es más bien una carta dejada sobre la mesa antes de salir, la luz de un tren que pasa fugaz, es el ruido de la lluvia en la calle que nos despierta en la madrugada.

 

La literatura de Laura Ferrero habla de recuerdos y ausencias, de pequeñas e importantes cosas en la vida.  Sus personajes se muestran con inseguridades, debilidades, son personas de carne, hueso llenas de recuerdos y anhelos. Las describe con pinceladas precisas, detalles cotidianos que nos acercan aún más a lo que está sucediendo, ya lo veamos desde los ojos de una niña ( como en el relato que da título al libro) o desde el punto de vista de un ejecutivo que frecuenta las estaciones de tren, o el de una hija que habla con su padre…como Polaroids descoloridas, como diapositivas que ilustran una conferencia, los relatos de Ferrero son fragmentos llenos de vidas ( no tan ) ajenas, trufados de infantiles recuerdos, de imágenes familiares…

 

 Parece que no pasa mucho en las pocas páginas que configuran cada relato, pero no es cierto: la autora dota al conjunto de una esencia casi mágica, algo parecido a un susurro imperceptible, minúsculo, pero cuya onda expansiva resuena con fuerza en nuestro interior mucho después de cerrar el libro.

 

             Como dice la autora al principio de uno de sus cuentos:

 

 “A veces, no decir las cosas es otra manera de constatarlas.”