De nuevo estos días he leído a Fernanda Melchor. Fue tal la impresión que me causó " Temporada de Huracanes " que he querido seguir con la que, para mí, ha sido la revelación de los últimos tiempos. Y no me ha defraudado.
Si en " Temporada de Huracanes " se narraba con pelos y señales, una de las historias más negras que recuerdo, en ésta, su última novela hasta la fecha, ( Literatura Random House, 2021 ) la escritora mexicana retoma algunos temas ya tratados en su otra novela, como la violencia irracional, la marginalidad, la pobreza y las desigualdades sociales como germen de males futuros, para armar un relato breve pero intensamente crudo y sórdido.
La autora ha situado la ación, esta vez, a caballo entre el humilde hogar de uno de los protagonistas, Polo, y su lugar de trabajo, la lujosa urbanización Páradais ( Paradise ) donde vive otro de los personajes principales, Franco Andrade. Ambos profesan una especie de amistad de conveniencia: comparten tragos, cigarrillos, desahogos y ensoñaciones de todo tipo que los puedan abstraer y llevarlos más allá de su presente imperfecto.
Franco es un muchacho obeso, con pocos amigos, obsesionado con una de las vecinas de la urbanización. Polo vive oprimido por una madre que controla su vida y que lo ha encadenado a un trabajo a todas luces desagradable, del que sólo consigue evadirse en sus delirios alcohólicos.
A partir de aquí, la magistral prosa de Fernanda Melchor se desata en un torbellino de diálogos, frases y expresiones que retratan los ambientes, los pensamientos y la acción de manera brillante. Más allá de las cristalinas aguas de las piscinas y los verdes y cuidados jardines, se esconden oscuras . Las palabras de Melchor tejen una historia redonda, con un ritmo endiablado, cuajada de expresiones populares y pensamientos que no hacen sino acercar aún más al lector y envolverlo poco a poco en la trama.
De nuevo, una novela simplemente perfecta.
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