El Verano y su calor. Ratos muertos en la playa. Esas horas que parece que no pasen y esos libros que parece que esperen apilados a estos momentos.
Es el caso de " AIRE MUERTO ", de Iain Banks (LITERATURA RANDOM HOUSE, 2004).
Comencé a leer esta novela hace algunos años y la abandoné antes de
haber llegado a las 100 páginas: había algo que no me enganchaba, quizás
un inicio algo vago, mucho diálogo y falta de acción.
Sin embargo, la he retomado este 2023 para concluirla de una vez y lo he hecho con sumo gusto. Es más, ha habido pasajes que literalmente he devorado, leyendo a la máxima velocidad que me permitían mis ojitos cansados porque necesitaba saber qué sucedía, cómo iba a resolverse un determinado capítulo.
Y esto da una pista de cómo es esta novela.
Desde el principio, los diálogos fluyen con la naturalidad necesaria para hacer más creíble la narración. Si bien en un principio ésto me frenó hasta el punto de posponer la lectura, en este caso me agradó, entendiendo que forma parte imprescindible de la historia. Hay capítulos enteros compuestos por charlas de pub, discusiones acerca de fútbol, música, relaciones...ágiles debates sobre la forma de ser de los ingleses frente a los escoceses, política, economía; confesiones sobre sexo, y relaciones entre mujeres y hombres o monótonas charlas sobre programas de radio, trabajo, el tiempo o el tráfico...la mayoría de temas que podrían decirse actuales ( el libro fue escrito en 2002 ) o más o menos importantes salen a relucir en las conversaciones de los personajes de la novela para destacar el carácter de cada uno de ellos y, sobre todo, tratar de retratar un mundo cambiante con sus diferentes aspectos. Pero a la vez que son una herramienta descriptiva, parece que también Iain Banks trata de manejar los tiempos de la lectura con estos diálogos: el vértigo de la noches de fiesta es contado a través de rápidos intercambios de impresiones, las turbias ensoñaciones del abuso de alcohol o drogas son reflejados con pausas y un ritmo lento...
De entre los personajes que conforman la narración, destaca el protagonista, Ken Nott, un caradura encantador, un cínico charlatán, visceral vividor, lleno de matices, miedos y contradicciones. Se nota el mimo con el que el autor ha querido "vestir" a su creación. Como esos gatos callejeros, Ken acostumbra a caer siempre de pie, en parte gracias a la suerte, otras veces son los recursos con los que Banks ha dotado al personaje.
Ken es un polémico locutor de una emisora londinense, Capital Live!, Vive en un barco amarrado a la orilla del Támesis y junto a su compañero y amigo Phil, presenta un popular programa diario de entretenimiento, música y opiniones con mucho espacio a la opinión pública, lo que origina no pocos desencuentros con sus oyentes. Además, Ken es amante de la buena vida, lo que supone asistir a multitud fiestas, beber en exceso, y conocer a todo tipo de gente. Fácilmente impresionable por el sexo femenino, sufre encuentros y desencuentros con mujeres de todo tipo, que a menudo desembocan en un sin fin de quebraderos de cabeza...por no hablar de la franqueza con la que vierte sus opiniones tanto en sus relaciones personales como en las ondas, lo que hace que su vida sea cualquier cosa menos aburrida.
Sin entrar a fondo en la trama, para no destripar demasiado el argumento de la novela, diré que me ha gustado sobre todo por su veracidad, por el realismo que rezuma en cada una de sus 380 páginas. Y suponiendo que el escritor no pretende contar una historia hiper-realista, la narración está trufada de detalles que, pueden parecer aleatorios pero fijan perfectamente un momento en el tiempo, el latido de una ciudad, Londres, cuyas calles son el telón de fondo para las desventuras del protagonista.
