Quinientas y pico páginas después , vuelvo a comentar una novela de intriga , " El Síndrome E " , de Franck Thilliez.Y no está mal , realmente es el tipo de narración que me gusta leer , una intriga pseudo-científica , basada en hechos que podrían haber sucedido , una narración descarnada , " tremenda " , una historia de crímenes y sufrimiento que viene del pasado , con personajes atormentados y bien descritos. Pero...( hay un pero en este caso , sin que sirva de precedente ) , he resaltado el número de páginas ( 568 en total ) porque ,sinceramente , se me ha hecho un poco largo y reconozco además que lo he dejado " reposar " algunas semanas hasta encontrar el ánimo suficiente para continuarlo...conclusión : me ha gustado , pero no me ha ENGANCHADO.
En su descargo debo decir que tengo muy claro que , además del buen hacer del escritor intentando amenizar su obra, también cuenta el " factor humano " , el estado anímico del lector , y confieso que ,sea por uno u otro motivo , lo cierto es que no sabría bien señalar un por qué , servidor se ha desencantado en ocasiones de la historia y la ha terminado a base de empeño y cabezonería.
No hay duda de que " El síndrome E " parte de un supuesto bastante inquietante: las investigaciones secretas de ciertos organismos acerca de la manipulación del cerebro humano para provocar olas de agresividad y violencia en los individuos mediante imágenes subliminales.
La intriga está bien tejida , y lleva a los protagonistas , el inspector Frank Sharko y su compañera circunstancial ,Lucie Hennebelle desde las arenas de Egipto a Canadá,siguiendo el rastro de una serie de extraños asesinatos y misteriosos hallazgos.Si en un principio actúan por separado,las circunstancias los unen en una investigación trepidante que los arrastra a una vorágine de secretos que parecían enterrados en el pasado...
El texto de Thilliez está muy bien escrito ( de nuevo , gran parte del mérito sería atribuible al traductor - a ) y a pesar de algunos pasajes algo más científicos , el conjunto es más que correcto y se deja leer con agrado.
Capítulo aparte merece el trato de la historia personal de ambos policías:las diferentes personalidades de uno y otro son tratadas con un tono nostálgico ,a veces casi agridulce ; un tono gris que impregna casi todos sus actos , casi todas sus reflexiones y que refleja la deriva de uno y otro.
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